como los cauces del
Fuy que bajan hasta florecer de muertos
el Pacífico Florecieron de cadáveres las
olas y éramos nosotros clavados en las
estacas de las aguas
Dos salmones
El martes 4 de diciembre de 1973 Ricardo Nuñez Grez visitó la casa de Ernesto Codulá.
Hacía tanto tiempo que no veía a Ricardo Nuñez Grez que sentí que se me apretaban las tripas cuando lo vi ahí, parado e inclinado sobre el umbral de la puerta, alto y desgarbado como siempre, aunque vestido ahora con su uniforme de oficial reservista de la Fuerza Aérea, sonriendo meloso, como si nunca hubiésemos dejado de vernos, a pesar de que la última vez había sido más de cuatro años antes, la noche del velatorio de Emilio Balsera.
¿Está tu papá? me preguntó.
Negué con la cabeza.
No importa me dijo entregándome un paquete largo y frío que sacó de una bolsa de lona.
Les traigo un regalo: dos salmones de los muchos que pesqué ayer en la hacienda. Ahora suben gorditos con tanta comida que cae de los puentes al río. Que les aproveche.
Y se fue.
Mi madre, que había estado escuchando detrás de la puerta, me arrebató el paquete de las manos, lo abrió en la cocina y, sin mirarlos siquiera, arrojó los salmones al cubo de la basura.
Tú; no hagas tonterías. ¿Me oíste? Ten mucho cuidado; tú y tu Aníbal. Sepa Dios porqué, pero este mal nacido nos ha querido traer una advertencia y un aviso.
EC
Fueron a pescar al río y se les unió un primo de su amigo, agricultor y luego político de la zona, y otro hombre cuyo nombre u otras señas no recordaba.
Ramiro todavía hoy recuerda, sin embargo, que ya en el río, riéndose, los dos hombres hacían constantes y reiteradas alusiones a la posibilidad de que sus anzuelos engancharan el cuerpo de Gastón Lobos, el parlamentario del Partido Radical (social demócrata) y ex intendente (representante gubernamental) de la provincia de Cautín, desaparecido desde octubre de 1973.
☞ Desde Umeå, Elvira le escribe una carta a Begoña.
Última modificación: 6 de septiembre de 2024.