Los ríos del Paraíso

Como el desierto,
como los mares,
los ríos chilenos se convirtieron en inmensas tumbas colectivas.

Y el corazón se me rompía

Empezaron a teñirse de sangre los ríos

Y el corazón se nos rompía

Desde nuestros vientre los hijos

nacían ya conociendo el sentimiento del odio

Nosotros nos heríamos los pechos de pena

y los cadáveres nos clamaban

Ya se alistan nuestros muertos

para intentar el descanso en otras tierras


Su estallado corazón...